domingo, 20 de diciembre de 2009

Somos, entre tantos ingredientes: memoria, y las marcas de esa memoria. Marcas fuertes en la piel del país que no sabemos ser, o no nos dejan ser…

En Avenida de Mayo y Chacabuco, cerca de la Plaza histórica, hay símbolos que duelen en la historia y, cada año que pasa, el dolor se carga de impunidad y bronca por lo que no supimos cambiar.

Gustavo Ariel Benedetto trabaja con sueldo de hambre como repositor en la sección verduras de un supermercado en su barrio de La Tablada. Con 23 años es sostén de su mamá y su hermana, papá había muerto de cáncer hace nueve meses. Disfruta los momentos de soledad en su habitación: los discos, el equipo de música, el banderín de River, un poster del Enzo Francescoli y la bandera de Baroja, una banda de rock duro nacida, como él, en La Tablada.

Una de las letras de la banda es de su mejor amigo, y dice: No esperes más que no hay a donde ir / Rompe la mentira que lo que falta es la verdad / Solo lucha una vez / La muerte está esperándote.

El 20 de Diciembre de 2001, Gustavo fue a trabajar como siempre, pero la amenaza de saqueos hizo que el supermercado cierre. Al mediodía volvió y fue testigo del desastre: persianas y vidrios rotos, góndolas vacías. Se subió al 126 y viajó una hora media para bajar a cien metros del lugar donde lo estaba esperando la muerte.

Gustavo Benedetto fue asesinado frente a las cámaras. Su mamá y su hermana lo vieron morir por televisión. Tenía 23 años y el sueño de salir de pobre algún día. Fue en la esquina de Av de Mayo y Chacabuco.

Hoy, los mismos que tenían que irse en esos días siguen en puja por el poder. Y es que el poder económico y mediático no ha cambiado, y es quien pone sus alfiles.

Gustavo Benedetto, Fernando Almirón, Gastón Rivas, Diego Lamagna y Luis Alberto Márquez, fueron asesinados en Plaza de Mayo el 20 de Diciembre de 2001, Otros treinta en el resto del país. Todos laburantes, humildes. Ningún ahorrista. Y no es que hubiera preferido la muerte de alguno de ellos, solo trato de pensar quien pone los muertos y quienes terminaron la protesta cuando estuvieron un poco mejor y ahora se quejan si les cortan una calle los tipos que viven igual que en Diciembre de 2001.

La marcas están allí, en Av de Mayo y Chacabuco, y en cada lugar donde se asesinó al pueblo aquél día, hay una placa que nos lo recuerda todo el tiempo. Una placa y los ojos desvanecidos de quien está muriendo y nos pide que no sea en vano. Que por favor no sumemos más olvido a nuestra historia.


Domingo 20 de Diciembre de 2009

"El vino", Eduardo Galeano

Lucila Escudero no se daba por enterada de su edad. Ya había enterrado a siete hijos y seguía mirando el mundo con ojos de recién llegada. Deambulaba por los tres patios de su cada de Santiago de Chile, tres selvitas que ella regaba cada día; desués de charlar con sus plantas, se marchaba a caminar por las calles del vecindario, sorda a sus penas y a sus achaques y a todas las tristes voces del tiempo.


Lucila creía en el Paraíso, y sabía que se lo merecería, pero se sentía mucho mejor en casa. Para despistar a la muerte, dormía cada noche en un lugar diferente. Nunca le faltaba algún tataranieto para ayudarla a correr la cama, y de oreja a oreja sonreía pensando en el chasco que se llevaría la Parca cuando viniera a buscarla.


Entonces, encendía el último cigarrillo del día, en su larga boquilla labrada, llenaba una copa de tinto del valle del Maipo y entraba en el sueño bebiendo el vino de a sorbitos, un buche por cada amén, mientras rezaba los padrenuestros y las avemarías.

Domingo 20 de Diciembre de 2009

domingo, 13 de diciembre de 2009

Durante 1928 en Venecia, Raúl Barón Biza conoce a Rosa Martha Rossi Hoffmann una bella actriz austríaca de 25 años, que usaba el seudónimo Myriam Stefford. Dos años después se casan en Venecia, dando una de las mejores fiestas según las páginas sociales de la época. Luego la pareja se instala en Argentina, alternando entre Buenos Aires y las serranías cordobesas, donde Raúl tenía una estancia de 2.200 hectáreas cerca de Alta Gracia. Ella tomó un curso de piloto y antes de terminarlo ya volaba su propio avión convirtiéndose en una de las primeras mujeres piloto de la Argentina. Lamentablemente, dos días antes de festejar su primer aniversario matrimonial, halla la muerte al estrellar su pequeño avión Chingolo II, en Marayes provincia de San Juan, mientras participaba del Raid Aéreo de las 14 Provincias.

El camino que une Alta Gracia a Córdoba es una ruta rural tranquila, vacía de pormenores. No es difícil aburrirse en ese trayecto. Pero desde muchos kilómetros antes se ve, en medio de la nada, un altísimo obelisco de granito y mármol. Tiene 82 metros de alto y una escalera caracol interior de 237 escalones. Es un fastuoso sepulcro que la pasión de Raúl hizo construir en ese campo de su familia, para la mujer que más amó. La base es una enorme cripta abovedada donde se desciende tras 30 escalones y oscuros pasadizos para llegar al sepulcro donde descansan los restos de Myriam. No hay luz eléctrica, ni linternas, ni cruz. Sobre el granito se lee: "Viajero, rinde homenaje con tu silencio a la mujer que, en su audacia, quiso llegar hasta las águilas"

Todo lo que pueda saberse sobre Raúl Barón Biza resulta incierto o increíble, su vida presenta todas las condiciones para la leyenda y el mito. Nació en Córdoba en 1899 y es uno de los siete hijos del matrimonio de Vilfrid Barón y Catalina Biza, millonarios cordobeses. Fue militante radical lo que le valió la persecución, la cárcel y el deportamiento. Se batió a duelo en varias ocasiones. En Lomas de Zamora compró el casco de una fastuosa propiedad, que hoy es uno de los lugares más atrayentes de la zona. El Parque Barón de Lomas de Zamora.

Pero además, Raúl tuvo el oficio de escritor, lo que le valió las mas severas críticas, el repudio de la Iglesia, el título de amante de la pornografía y dos procesos por obscenidad. La obra ha desaparecido, material y culturalmente. Por qué me hice revolucionario, Punto Final, Todo estaba sucio, son algunos de sus libros. Pero el título más significativo de su obra es El derecho de matar (1933), que le valió el primero de los procesos por obscenidad, del que salió absuelto, mientras ya estaba en prisión por motivos políticos. Una edición de 5000 ejemplares fue secuestrada en la imprenta por la policía sin orden judicial.

Contiene un prólogo-aclaración que dice: “Lector. No quiero ni debo engañarte. No necesito tu aplauso, ni temo a tu brazo, ni me hace falta tu dinero. Estoy más allá del oro y de la fama”. Convencido el autor de que el sexo y la muerte son las relaciones sociales a las que se reducen todas las demás, el libro enseña que el poder consuma su ejercicio sobre los cuerpos de niños, de trabajadores, de prostitutas, de enfermos, de presos, y que toda liberación debe comenzar allí. Es un libro para los hijos de nadie, para los que duermen en la basura, para los que no tienen hembra, ni Dios. Un libro para los que jamás llegarán a leerlo.
En 1935 y con 36 años, Raúl contrae matrimonio en secreto con Clotilde Sabattini de 17 años, hija de su gran amigo, el prestigioso médico y dirigente radical Amadeo Sabattini. Por supuesto, este hecho determinó el fin de esa amistad.

El tiempo y los períodos de encarcelamiento del hombre, fueron desgastando el matrimonio hasta que a mediados de 1960, Raúl Barón Biza citó a Clotilde en su departamento en Buenos Aires, donde acudió acompañada por dos abogados para finiquitar los trámites de separación. Raúl sirvió whisky primero a los abogados y luego se acercó con un vaso lleno a su esposa, y sorpresivamente le arrojó el contenido en el rostro. Pero no era whisky... era ácido clorhídrico. Clotilde lanzó un grito desgarrante y Raúl huyó mientras los abogados auxiliaban a la desdichada mujer. Cuando al día siguiente la policía allanó el departamento encontró que Raúl había regresado para dispararse un tiro en la sien.

Las crónicas de la época señalan que su cadáver fue conducido a la morgue judicial, de donde no fue reclamado, motivo por el cual se le dió sepultura en el cementerio de la Chacarita. Sin embargo, hay quienes dicen que no fue así. En Alta Gracia, cerca de aquél obelisco que te conté, llama la atención la presencia de un viejo olivo rodeado por un grosero alambrado. El alambre no está por el olivo, dicen que protege el lugar donde está enterrado Raúl. Allí fueron silenciosamente llevados sus restos y sepuItados debajo de ese olivo, a metros de los de Myriam Stefford, aquel primer amor.

Historias que caprichosamente se cruzan una noche cualquiera en la radio…

"Un buen trabajo", Miguel Dorelo

Paciencia, sobre todo mucha paciencia. Ahí está la clave.
Solo esperar el momento exacto.
Estar atento al más mínimo movimiento y sobre todo, no subestimar nunca al objetivo.
Una buena herramienta de trabajo resulta imprescindible; la mejor aliada para conseguir resultados óptimos.
Gracias a Dios, lo proveían con materiales de primera; esa misma mañana se había deleitado contemplando su nuevo “juguete”: zoom 2.5-10 x, intensidad luminosa variable, cristales Hi-Resolution multitratado de catorce capas y apto para el día y la noche. Una joyita.
A través del objetivo de 50 mm. volvió a observar: un magnífico ejemplar macho, muy joven, solo. Mejor. Cuando actuaban en parejas, todo se complicaba.
Ajustó el corrector de dioptrías y aguardó.
Realmente, una cabeza magnífica, se dijo.
Estaban dadas todas las condiciones para la realización de un trabajo de primera.
Aún no…, murmuró.
Esperaría a que la luz le diera de lleno.
Siendo más joven, la ansiedad lo había llevado a cometer un par de errores que luego lamentó. No estaba dispuesto a volver a repetirlos.
Otro vistazo…
Son más inteligentes de lo que se podría suponer; casi se diría que sospecharan algo. Este en especial, calculaba cada uno de sus movimientos como si lo hubiese olfateado, aunque sabía que por la distancia a la que se encontraba, esto no era posible.
A pesar de su profesionalismo se sentía exultante, ansioso. Sabía que cuando lograra cumplir con su cometido se sentiría muy orgulloso. Su padre lo había hecho antes y en momentos como este, solía recordar las anécdotas que le contaba cuando aún era un adolescente. Hermosa época aquella en la que decidió que seguiría sus pasos.
Se estaba moviendo de nuevo, esta vez con menos precaución. Siempre terminaban por confiarse.
¡Ahora! Su dedo índice actuó casi por instinto. Un pequeño destello y aquél familiar sonido, música para sus oídos.
Estaba hecho.
Con una sonrisa a flor de labios, comenzó a desarmar el equipo.
—Buen trabajo, como siempre —lo felicitó el jefe del operativo observando el cuerpo.
Es más joven de lo que suponíamos en un principio. No se preocupe, el sujeto era menor de edad pero con un frondoso prontuario. Hablé antes con el juez y autorizó la operación: parece que entre los rehenes de la farmacia justo había una clandestina noviecita suya y no quería correr riesgos.
Váyase a su casa que yo me ocupo de todo.
Y saludos a su padre.

domingo, 6 de diciembre de 2009

PROGRAMA 380

Revuelto para compartir…

“El niño se hizo hombre, y los quince años de vivir con una madre trabajadora, humilde y comprometida fueron semilla del tipo que fue Victor Jara. El nombre de mamá fue nombre de su hija, fue poesía revolucionaria e historia de amor…” (Ver Apertura)

Los sonidos que pasaron por este revuelto:


La canción que acompaña a la apertura es la versión del Chango Farías Gomez, del disco “Chango sin arreglo” de “Te recuerdo Amanda” de Víctor Jara



“Vertiente” de Girotto, Sinesi, Brunh





“Otoño” del disco “Nictógrafo”, de Lucio Mantel






“Micropunto” del disco “El sapo argentino de boca ancha” de Esteban Sehinkman





“Se canta” del disco “Prueba y error” de Sebastian Monk








Nos visitaron Martín Boffi y Florencia D´Elia de La Trunquera Trío abrieron tocando “Si llega a ser tucumana”. Nos contaron sobre el proyecto de la Trunquera, cómo nacio, sus inicios, la influencia de otros sonidos y la actualidad del grupo que incluye la salida de un nuevo disco “Vuelta entera” por estos días. Además escuchamos la “Chacarera del 55” y “Doña María”.





Estuvimos charlando con Iván Noble sobre su nuevo disco “Dicho y hecho” que tiene la producción y dirección musical de Mariano Otero.







Otras voces… nos visitó Remo Leaño de la Organización No a las minas. Nos contó sobre la complicidad del gobierno, los negociados de las empresas y todos los beneficios que se llevan mientras contaminan las aguas y las tierras, un genocidio en silencio.


Cierra el revuelto una leyenda de Puno, “Cuento del Eqeqo” acompañada del tema “Iluminaras” de Gastón Nakazato.

Completo el plato radial de este Domingo 6 de Diciembre, los invitamos a comunicarse con nosotros a través de éste blog con sus comentarios, o mandando mail a contacto@revueltoderadio.com.ar, pueden también bajarse el programa en http://www.revueltoderadio.com.ar/ y además ver otros contenidos como videos y el disco “Abremente” homenaje a Spinetta grabado por distintos artistas.

Los esperamos el próximo domingo,
Revuelto Gramajo.

AMOR DE MAMÁ

Era una mujer baja y rechoncha, con una maravillosa sonrisa que iluminaba todo su rostro. Era oriunda de Queriquina, un minúsculo poblado de la provincia de Ñuble, y era evidente que por sus venas corría sangre mapuche. Nunca habló de su madre ni sabía quién era su padre, pero de muy niña había aprendido la música popular del campo, las canciones que se cantan en bodas y funerales y en tiempos de cosecha. Tenía una voz dulce y fuerte y era muy solicitada como animadora, además de ser respetada como esforzada trabajadora.

Iba ella a distintas casas del pueblo cuando, como ocurría con frecuencia, moría un niño de corta edad. Curiosamente, el velatorio se prolongaba toda la noche y era una ocasión festiva. La gente creía, o trataba de creer, que el bebé muerto se había convertido en un angelito que aguardaría a sus padres en el cielo y, entretanto, hablaría bien de ellos a Dios. El cuerpo sin vida de la guagua se sentaba maquillado, se vestía con papel blanco y se rodeaba con flores caseras de papel, ya que las naturales eran muy caras.

El canto duraba toda la noche con versos improvisados hasta el infinito por los cantores. Y allí estaba ella poniendo voz a los cantos divinos y terrenales con su hijo acurrucado a los pies, a medias dormido y a medias despierto, hipnotizado por la ceremonia a la luz de las velas, oyendo los gemidos y sollozos de la madre del muerto, las risas ebrias del amanecer y la voz de su madre haciéndose dueña de la noche.

El niño siempre cerca de su madre con el amor en la mirada. Con la admiración a la mujer que todas las noches amasaba y dejaba tortillas y pan para el desayuno. Mamá cultivaba verduras y criaba gallinas, y un cerdo. Hacía queso con leche de cabra y con sus tres hijos, juntaba hierbas en las laderas, las que ataban en pequeños fardos para venderlas con la gran canasta de huevos en la población de Talagante.

Para ganar un poco de dinero extra, tomó como pensionista en casa, al maestro de la escuela local. Habitación y comida, además de lavarle la ropa. El jovén maestro tocaba la guitarra, y así, junto a la voz hermosa y profunda de su madre al cantar, la música era parte de cada momento del niño, que empezaba a animarse a acariciar de tanto en tanto las cuerdas de aquella vieja guitarra.

Un día de marzo de 1950, un día normal de principios de curso escolar, fueron a buscar al niño, que ya había cumplido los quince, y le comunicaron que su madre había muerto de un ataque cardíaco mientras servía la comida en el mercado.

El niño se hizo hombre, y los quince años de vivir con una madre trabajadora, humilde y comprometida fueron semilla del tipo que fue Victor Jara. El nombre de mamá fue nombre de su hija, fue poesía revolucionaria e historia de amor…



Domingo 6 de Diciembre de 2009

Cuento del Eqeqo (Leyenda de Puno, lago Titicaca)

Antiguamente, muchos milenios atrás, había un Aymara cuyo nombre era Iqiqu. Era fornido, de estatura baja, humilde, bondadoso, caritativo y sonriente.

Iqiqu fue un hombre bueno que buscaba una vida armoniosa entre los hombres, y por dondequiera que andaba predicaba las buenas costumbres. Donde había problemas y llantos llevaba la solución, la consolación y la alegría.

Un día, por sus cualidades maravillosas, recibió poder de Apu Qullana Awki (Dios Padre Divino) que moraba en las alturas sagradas de Khunu Qullu (Montaña Nevada). Con este poder, Iqiqu había logrado realizar grandes hazañas. Dicen que manejaba grandes piedras, secaba el agua, trasladaba rocas y montañas solamente con hondas y su voz. Todo le obedecía; por eso le gente le seguía de cerca.

Iqiqu tenia una honda y una ch'uspa (bolsa). Así caminaba por las montañas, cerros, pampas y por las riberas del Lago. Al que lloraba le consolaba y hacía reír; al que no tenía productos se los proporcionaba; a los que querían casarse los juntaba para formar su hogar.

Un día vino el Awqa (ser maligno) con su gente sanguinaria. Su aspecto era de un hombre barbudo, de tez blanca y con genio muy malo. Awqa se portó muy cruel. Atemorizaba a los Aymaras y persiguió a Iqiqu. A los que le seguían los desbandó, a otros los asesinó ferozmente y a algunos los obligó para que no le apoyen.

Cierta vez Iqiqu llegó a un ayllu donde Awqa también había instalado su posada para seguir persiguiendo a Iqiqu. Mientras este iba promoviendo diferentes formas de ayuda mutua, Awqa y su gente malvada, lo rodearon y capturaron. Lo torturaron y despedazaron el cuerpo de Iqiqu. La cabeza, los brazos, las piernas y otras partes del cuerpo fueron desparramados por todas partes del altiplano y en las cordilleras, a fin de que no vuelva a formarse el cuerpo, porque tuvieron miedo al poder que tenia Iqiqu.

Nuestros abuelos dicen que cada una de las partes del cuerpo de Iqiqu está tomando forma y ha empezado a revivir. Otros dicen que cada parte del cuerpo se ha levantado y está en camino hacia Wiñay Marka (Ciudad Eterna). Un día no muy lejano, indudablemente, llegarán a Wiñay Marka. Se juntarán e Iqiqu tomará una fuerza sobrenatural que reunirá y llevará adelante a su pueblo.

Renacerá la nación Aymara y tendrá mucho poder en el Universo.

Domingo 6 de Diciembre de 2009

domingo, 29 de noviembre de 2009

PROGRAMA 379


Festejamos los 8 años de Revuelto Gramajo, con un programa en vivo desde Café Vinilo.

Es la radio que intentamos, el camino que elegimos y compartimos con vos. Aquí llevamos 379 encuentros en los que las historias se cuentan con palabras, silencios y música, pero sobre todo con pasión”. (Ver Apertura)

Los sonidos esta vez los trajeron músicos amigos que se acercaron para festejar con nosotros y nos permitieron disfrutar de su música.


Cecilia Zabala, guitarrista, cantante y compositora, compartió con nosotros temas de sus discos Pendiente y Aguaribay. Tocó “Canción mojada” y “Pendiente”, luego cambio su guitarra por un requinto para tocar “Cielo de ti” tema de Spinetta que es parte de Abremente.
Alejandro le pidió a Zabala que nos introdujera a su música como lo hace en sus conciertos en Europa, así que escuchamos la explicación de “Lluvia” y “Aguaribay” en inglés. Para cerrar tocó “Fugacidad”.


También nos visitó el viajero clandestino, Nicolás Falcoff, que nos trajo algunos de los sonidos que componen su disco “La insurgencia del caracol” transportándonos hacia otras orillas. En el viaje lo acompañaron Franco Luciani en “Corren”, recorriendo ritmos rioplatenses, en el día en que Pepe Mujica ganaba las elecciones en Uruguay, y Cecilia Zabala en “La insurgencia del caracol” tema que le da nombre al disco y está inspirado en el viaje a Chiapas, a los caracoles zapatistas.


Franco Luciani, uno de los músicos más talentosos de la nueva camada de cultores de la música popular, llegó con su grupo, Martín Gonzales (guitarra), Facundo Peralta (bajo), y con Renzo Baltuzzi (guitarra) como invitado, para tocar temas de su disco Acuarelas de bolsillo, entre ellos “Garúa” y “La bilingue”. A pedido de Alejandro, Luciani tocó la Marcha de Rosario Central dedicado a los hinchas del club. Cerraron con el tema de Víctor Ramil “Noite de São João” con la voz de Martín González.


Y como siempre nos despedimos con un cuento, en esta oportunidad “Todo lo importante” de Antonio J. Cebrián, acompañado por Pablo Tozzi en contrabajo tocando el tema “Una voz que grita” de su nuevo disco Cueca negra.

Completo el plato radial de este Domingo 29 de Noviembre, los invitamos a comunicarse con nosotros a través de éste blog con sus comentarios, o mandando mail a contacto@revueltoderadio.com.ar, pueden también bajarse el programa en http://www.revueltoderadio.com.ar/ y además ver otros contenidos como videos y el disco “Abremente” homenaje a Spinetta grabado por distintos artistas.

Los esperamos el próximo domingo,
Revuelto Gramajo.








José Luis Zárate es uno de los escritores activos más reconocidos de México. Transita el género de la ciencia ficción, aunque le cuesta poco desviar el camino cada vez que la necesidad artística lo dispone.

En uno de sus textos cuenta el camino hacia Utópolis, esa ciudad donde encontrás todo eso que conforma tu deseo. Describe el autor innumerables caminos para llegar, personas girando alrededor de la ciudad sin querer entrar hasta no saber qué desean, qué buscan o que encontrarán.

Por supuesto que el cuento, por breve o por deseo del autor, no llega a relatar la llegada a Utópolis, sino más bien el camino, para terminar sospechando que ese camino de muchos acariciando los sueños, esa larga ruta sin punto de llegada, es en verdad Utópolis.

Este texto del mexicano José Luis Zárate me trajo aquél de Eduardo Galeano que asegura que la utopía es como el horizonte que con cada paso que das se aleja un poco más.

Se cruzan caprichosamente estos textos hoy que uno mira el camino recorrido, hoy que cumplimos 8 años de intentar algo parecido a un programa de radio. Pero, sobre todo, hoy que me da por mirar el camino que sigue. Gente querida que uno desea sean compañeras de ruta siempre, y la esperanza de sumar tipos y tipas a ese caminar detrás de los sueños.

Decía Bertolt Brecht que finalmente se pudo decir todo a todos, pero lamentablemente, no se supo qué decir. En todo este tiempo supimos hacer de revuelto un espacio para artistas, pensadores y luchadores sociales que creemos saben bien qué decir. Si algo me produce una sonrisa de orgullo y felicidad por el camino elegido, es mirar a este revueltito de 8 años con 36 radios que a lo largo del país llevan poesía y música, reflexión y pensamiento crítico. Ver la cantidad de amigos músicos, prensas, escritores que un domingo a la noche se vienen a tomar un mate. Y especialmente, la enorme alegría de que este programa sea en La Tribu, una radio que lleva 20 años sosteniendo ideas.

Es la radio que intentamos, el camino que elegimos y compartimos con vos. Aquí llevamos 379 encuentros en los que las historias se cuentan con palabras, silencios y música, pero sobre todo con pasión.
Domingo 29 de Noviembre de 2009

"Todo lo importante", Antonio J. Cebrián

Sentado en el viejo sillón de la residencia de ancianos convino en recordar y hacer recuento de todas las cosas importantes que acaecieron a lo largo de su vida.

“No puedes llegar tarde, te despedirán” —decía Marga, su esposa. El jefe ahora está muerto y su empresa ya no existe.

“No podemos invitar a tu primo Ezequiel a la boda de la niña. Él no nos invitó a nosotros”. Ezequiel murió, “la niña” se divorció y ahora trabaja en otro país, esperando su próxima jubilación.

“Si seguimos así no vamos a poder pagar la hipoteca de la casa este mes”. La casa la vendimos y el dinero voló. En el lugar donde estaba, ahora hay un hipermercado.

¿Qué fue de todas aquellas cosas importantes? ¿Dónde están ahora? ¿Y todas esas personas, amigos y familiares…?
Todos muertos y olvidados. Hasta los lugares conocidos desaparecieron. Y Marga…

¿Qué queda sino sentarse y esperar a la muerte?

De pronto, a sus ochenta y dos años, se levantó del sillón, abrió el baúl donde guardaba sus escasas pertenencias y sacó un maletín con óleos y un lienzo. Se puso a pintar y pintó el mejor cuadro de toda su vida. En él estaban fundidos los infinitos colores de los años de experiencia, la riqueza y el relieve de los cientos de lugares que había conocido y el complejo entramado de luz y sombra de todas las emociones que alguna vez habitaron su interior.

Y entonces pensó: “La muerte puede venir cuando desee. Aquí nadie la espera”.
Domingo 29 de Noviembre de 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

PROGRAMA 378

Revuelto de historias y sonidos…

“Carlitos vivía en Pergamino. Estaba jugando un picadito con sus amigos cuando un hombre se acercó y ofreció 100 pesos para quien entregue un sobre. Juan aceptó y se dirigió al lugar que el hombre le había indicado, cerquita, en las inmediaciones del campo de deportes del Banco Provincia.
Ni bien dejo el sobre, justo en el lugar donde el tipo de los 100 pesos le pidió, dos policías de civil le atravesaron el auto particular en el que se movían. Carlitos, asustado, empezó a correr tratando de escapar de estos dos tipos que no titubearon en dispararle por la espalda.”

(Ver apertura)

Sonidos que pasaron por este revuelto:



El tema que cierra la apertura “Ventanillas” del disco “Apaganoches” de Topo Encinar



“Sin cabeza” del Dúo Espósito-Delgado







“Italiani Superstar” del disco “Distratto Ma Pero” de Peppe Voltarelli





“Ardor” del disco “Tangos, baladas” de Steinar Rankes Quintet







“La cantora” del disco “Lo menos” de Sebastián Monk



“Pompeya no olvida” de Patricia Barone




“Ausencias” del disco "Malambo libre" de Lilián Saba




"Aguaribay” de Cecilia Zabala




Si te gustaron estos sonidos podes encontrar las presentaciones de los músicos en nuestra Agenda.


En el día de la música compartimos unos mates con José Ceña. Trajo la guitarra e interpretó temas del maestro Atahualpa Yupanqui a quien conoció cuando estudiaba en la Escuela de Música Popular de Avellaneda. Ceña cuenta que un día le preguntó a Yupanqui sobre una de sus frases de “El canto del viento” donde dice que el poeta no elabora sino que traduce lo que la tierra le dicta, pero para un músico que viene de la ciudad es difícil encontrar ese sonido, el maestro le sugirió entonces que recorriera el país, que allí encontraría al hombre y en él al mundo y allí a los sonidos. Ceña comenzó su recorrido por el país donde logró nutrirse de paisajes.
Nos explicó que su meta como intérprete es no repetir la melodía y letra, sino comprenderla, saber qué es lo que esta diciendo, enseñando, como decía Yupanqui que la verdadera misión del artista no es deslumbrar sino alumbrar, compartir una luz no iluminar.
Para redescubrir la obra, se adentró en temas no tan versionados, que también tuvieran un aspecto espiritual, lo definió como “Criollo Zen”. Su proyecto fue imprimirles un sonido propio manteniendo el clima y la esencia original.
Interpretó temas de su disco, “Canciones del Mensajero. Obras de Atahualpa Yupanqui”, como “Canción para doña Guillerma”, “Guitarra dímelo tu”, “El promesante” y escuchamos “Caminito español”.




La prometida foto con la bota de vino...

El cuento que cierra el encuentro “Orden en la casa” de Ana Arias acompañado por “La casa de al lado” de Liliana Herrero

Los esperamos el domingo que viene 29/11 a las 21.30hs para festejar los 8 años de Revuelto, con programa en vivo desde Café Vinilo (Gorriti 3780), donde celebraremos junto a Cecilia Zabala y Franco Luciani. La entrada sale $15 y pueden reservarla al 4866-6510 o reservas@cafevinilo.com.ar

Completo el plato radial de este domingo 22 de Noviembre, los invitamos a comunicarse con nosotros a través de éste blog con sus comentarios, o mandando mail a contacto@revueltoderadio.com.ar, pueden también bajarse el programa en http://www.revueltoderadio.com.ar/ y además ver otros contenidos como videos y el disco “Abremente” homenaje a Spinetta grabado por distintos artistas.

Los esperamos el próximo domingo,
Revuelto Gramajo.

Miles de Carlitos

Uno cree tener idea de cómo son las cosas…cree conocer la realidad circundante, la situación social en la que vive… y así transita mas o menos seguro por donde le ha tocado. Uno sabe que nuestro país vivió negrísimos tiempos represivos… pero ahora por suerte…Juan Carlos Quiroz no tuvo suerte. Tenía 15 años. Este viernes se cumplió un mes de su fusilamiento.

Carlitos vivía en Pergamino. Estaba jugando un picadito con sus amigos cuando un hombre se acercó y ofreció 100 pesos para quien entregue un sobre. Juan aceptó y se dirigió al lugar que el hombre le había indicado, cerquita, en las inmediaciones del campo de deportes del Banco Provincia.

Ni bien dejo el sobre, justo en el lugar donde el tipo de los 100 pesos le pidió, dos policías de civil le atravesaron el auto particular en el que se movían. Carlitos, asustado, empezó a correr tratando de escapar de estos dos tipos que no titubearon en dispararle por la espalda. Una bala le atravesó el cuello y cayó muerto. Quedó tirado en el descampado mientras los policías Alberto Conde y Daniel Alberto Fernández volvían a la comisaría con esa tranquilidad propia de ciertos policías cuando matan pobres.

Un vecino encontró el cuerpo y llamó al 911. Algunas horas después la bonaerense fue a buscar a la madre de Carlitos con la excusa cínica de que el chico estaba detenido. Al llegar a la comisaría, la mujer que seguramente iba a reprender a Carlitos por caer detenido, tuvo que reconocer el cuerpo de su hijo.

No se trata de un caso aislado, el viernes pasado, la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional – la CORREPI, presentó la actualización 2009 del Archivo de Casos, que recopila todos los procesos conocidos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal.

Y en esta denominación está la clave: aparato represivo estatal.
El fiscal que actúa en el caso del fusilamiento de Carlitos habla de los “errores” cometidos por los policías.
Me permito leer textualmente un fragmento del libro Represión en Democracia, de la Dra. María del Carmen Verdú, titular de CORREPI:
“No es un policía, es toda la institución. No son errores, no son abusos, no son excesos. Es la política represiva del Estado Argentino, que no cesó después de la dictadura, sino que cambió de forma, de sujetos y de discurso legitimador para adaptarse a la nuevas etapas.”
Desde el 10 de diciembre de 1983 al día de hoy, uniformados de distintas fuerzas, públicas y privadas, mataron 2.826 chicos. Son más de 20 pibes por mes. Más del 90% son jóvenes pobres. Como Carlitos…son miles de Carlitos.

El terror no terminó, se adaptó. Y se vale de todos sus recursos para perpetuarse. El Gobernador Scioli emprende un nuevo intento de darle mayor poder a los edictos policiales y su capacidad de detención, asesorado por Ruckauf. Paralelamente, amparado por los grandes medios que solo fogonean indignación cuando les conviene, Mauricio Macri planea rodearnos de una policía metropolitana que, lejos de superar a la existente, se nutre de sus personajes más peligrosos.
Nosotros, como sociedad, votamos a estos tipos. ¿Qué responsabilidad nos cabe como sociedad?
Domingo 22 de Noviembre de 2009

"Orden en la casa", Ana Arias

Era una casa muy, muy ordenada. Por la puerta entraban el sol y las sombras de la noche, la luz de las estrellas y los relámpagos y, casi siempre, por las ventanas entraban las personas. En el perchero de la sala se podía colgar el malhumor, cuando no había manera de dejarlo afuera. Y al entrar, de inmediato, se veían las sillas colocadas en fila, para poder caminar sobre ellas hasta los distintos cuartos. Nadie las usaba para sentarse porque, para eso, había una enorme mesa donde todos se acomodaban felizmente y si había invitados, se utilizaba el suelo.

En el centro de la sala, bastante grande por suerte, se había ubicado la bañadera y un pequeño trampolín, tan alto como el techo. Este era uno de los lugares favoritos de toda la familia.

Los dormitorios se reservaban para dormir, pero los colchones se ubicaban en el piso, de manera que si uno estaba muy cansado, se acomodaba fácilmente y podía estirarse con comodidad. Por eso era imposible caerse de las camas que servían para guardar la ropa. Las prendas se ordenaban según el estado de ánimo y así había pilas de camisas, pantalones, polleras y sacos para cuando se estaba alegre, tranquilo, triste, furioso y otras variantes.

Los múltiples armarios se empleaban para jugar a las escondidas y a veces, para albergar murciélagos o palomas que habían perdido su hogar.

Cosas valiosas como piedritas recogidas en la calle, semillas voladoras, caracoles traídos de distintas playas, pedazos de juguetes rotos, carozos de fruta, plumas y otros tesoros se colocaban en las macetas del patio, con la esperanza de que alguna vez crecieran y dieran frutos. Y ya que hablamos del patio, allí se veía una sombrilla invertida, abierta hacia arriba, para juntar el agua cuando llovía. De esta forma, cualquiera podía pararse abajo y empaparse con el agua que desbordaba.

Junto a la pared, las hormigas negras habían trazado un recto camino, que estaba protegido con un largo tronco, para que nadie las pisara. Cada dos o tres metros había platitos donde se les dejaba restos de fruta, hojitas y migas de pan. Estas hormigas eran tan amables que estaban siempre presentes en las fiestas y cuando terminaba la reunión, limpiaban prolijamente los restos, dejando todo brillante.

Cocinar se cocinaba en la cocina porque allí estaban los artefactos necesarios, pero también había una buena biblioteca donde se encontraban los libros favoritos de cada habitante de la casa. Así, cada uno podía sacarlo acompañado de galletitas, sándwiches, frutas o jugo de naranja. Debemos reconocer que los libros no estaban impecables, pero eran muy visitados.

Revistas y diarios había por todos lados y especialmente en el baño, como en muchas otras casas.

Para llegar a la terraza había una escalera, pero, estaba ocupada por una hermosa enredadera con flores color violeta, que trepaba por la pared y la invadía bellamente. Por eso se ascendía por una escala de cuerdas, muy práctica, porque no ocupaba lugar y además todos habían aprendido a subir por ella con admirable agilidad.

La terraza, ¡oh!, la terraza. Ese sí que era un precioso lugar. Servía de refugio cuando algún miembro de la familia no quería que lo encontraran y permitía disfrutar del frío en invierno y del espantoso calor en el verano.

Para que la casa fuera más linda y acogedora, todos sus ocupantes habían participado en la pintura. Las paredes eran de distintos colores y mostraban dibujos a veces maravillosos, a veces horribles, que no duraban mucho tiempo porque los autores los borraban cada tanto y creaban otros nuevos.

Había lámparas en los rincones, debajo de algunos mosaicos de vidrio, y hasta colgando del techo. Pero, de vez en cuando se celebraba un día a oscuras para poder jugar a los fantasmas. Entonces, apenas se iluminaban los cuartos con algunas velas colocadas en antiguos candelabros. Se ponía una música horripilante y todos recorrían la casa cubiertos con sábanas y arrastrando cadenas. Ganaba el que no se cansaba de asustar a los demás y cuentan que, alguna vez, el ganador fue un fantasma verdadero.

La casa siguió por muchos años con ese riguroso orden, hasta que un día sus ocupantes decidieron mudarse a otra vivienda más grande. Cerraron las puertas y las ventanas, se despidieron de las hormigas pidiéndoles que se cuidaran mucho, cargaron sus cosas en un viejo camión y se marcharon.

En el exterior se puso un cartel de venta y meses más tarde la casa fue comprada por otra familia. Los que la adquirieron tardaron bastante en ocuparla porque, según su opinión, la casa estaba inhabitable.

Pronto la pintaron toda de blanco, la llenaron de insecticidas, devolvieron la bañadera al baño, quitaron el trampolín, ahuyentaron a las pocas palomas que se habían quedado, podaron la enredadera de la escalera, dieron vuelta la sombrilla del patio, sacaron la biblioteca de la cocina y tomaron otras medidas que impusieron un orden diferente. Claro, la casa, ya nunca volvió a ser la misma.

Domingo 22 de Noviembre de 2009

domingo, 15 de noviembre de 2009

PROGRAMA 377

Nuevo revuelto para compartir…

Martín Amarilla Molfino, tiene 29 años, y recién a los 29 años se encontró con sus hermanos, los conoció. Tanto él como sus hermanos desconocían la existencia del otro. Y es que Martín es hijo de Marcela a quien el terrorismo de estado de la dictadura secuestró sin que nadie sepa que estaba embarazada.” (Ver Apertura)

Los sonidos que pasaron por este revuelto:


El tema que acompaña la apertura, “La canción que jamás olvidé” del disco “Tangente” de Alberto Rojo







“Palo Brasao” del disco “Trinidad” de Ricardo Cavalli




“Carcará” del disco “Avenido” de Aca Seca Trío




“Bad bussiness” del disco “Electrohope” de Javier Malosetti




“A primera vista” del disco “Como respirar” de Georgina Hassan





“Corazón” del disco “Hado” de Paola Gamberale



“Aromas de la mañana” del disco “Cartas” de “Contá Cuatro”



“Flor de lino” del disco “Radio AM” de Raly Barrionuevo
Si te gustaron estos sonidos podes encontrar las presentaciones de los músicos en nuestra Agenda.

Además queremos invitarlos al festejo de los 8 años de Revuelto. Organizamos una presentación en vivo con los artistas Cecilia Zabala y Franco Luciani, el domingo 29 de noviembre, 21.30hs en Café Vinilo (Gorriti 3780). La entrada sale $15 y pueden reservarla al 4866-6510 o info@cafevinilo.com.ar

Nos visitó Diego Penelas, vino con guitarra y compartió con nosotros “Julia y las llaves” tema de “Camaleón de papel”, su nuevo disco junto a María Elía, Guillermo Delgado y Mario Gusso.
Mientras escuchábamos otros temas del disco, Penelas explicaba el proceso de composición de los temas, como la música fluye y la necesidad de trabajar más sobre las letras como en el caso de “Huésped”, canción que empezó a escribir sin saber a quién se refería y que luego al mirar a su alrededor y ver la televisión encendida anunciado la derogación de la ley de obediencia debida se dio cuenta que estaba dedicada a las personas que luchan por los derechos humanos.
En el medio de la charla se asoma la voz de María Elía, desde Bariloche, nos dio su visión del disco, las letras y las versiones. Alejando los desafía a una experiencia radial innovadora… Penelas y Elía se animaron y cantaron juntos “Vaiven” a kilómetros de distancia.

Nos visitaron Rubén “mono” Izarrualde y Matías González integrantes de “Cuarto Elemento”. Vinieron a presentar su nuevo disco “Camino”, que es un viaje musical por distintos lugares de Latinoamérica. Hablaron de la improvisación, de la relación de amistad que los une, del modo de presentar su música, y la gira que hicieron por Latinoamérica. Escuchamos su versión de "Piedra y camino".


Completo el plato radial de este domingo 15 de Noviembre, los invitamos a comunicarse con nosotros a través de éste blog con sus comentarios, o mandando mail a contacto@revueltoderadio.com.ar, pueden también bajarse el programa en http://www.revueltoderadio.com.ar/ y además ver otros contenidos como videos y el disco “Abremente” homenaje a Spinetta grabado por distintos artistas.

Los esperamos el próximo domingo,
Revuelto Gramajo.

Cuando te privan de ser quien sos

Hay veces que te encontrás, no sabés bien por qué, en una situación o tomando una actitud en la que te desconocés. A veces puede que te pase con respecto a un lugar o la gente que te rodea, que decís “qué estoy haciendo acá”.

Ese desconocerse por un momento es a causa de conocerse mucho, tanto que a partir de sentirnos extraños a un lugar o a un grupo de personas, no podemos permanecer allí sino asumiendo la falsedad que nos permite quedarnos, o bien, angustiándonos profundamente por no saber cómo cambiar la situación.

A veces las situaciones son difíciles aún conociéndonos, sabiendo muy bien quienes somos y de dónde venimos para ser quienes somos. Imagino, o mejor dicho, intento imaginar a quien se le privó de todo esto, de saber quién es uno. Y para peor los privadores son los que acompañaron el crecimiento, la educación, en definitiva, todo aquello que hace que uno sea quien es.

Martín Amarilla Molfino, tiene 29 años, y recién a los 29 años se encontró con sus hermanos, los conoció. Tanto él como sus hermanos desconocían la existencia del otro.

Y es que Martín es hijo de Marcela a quien el terrorismo de estado de la dictadura secuestró sin que nadie sepa que estaba embarazada.

Pero aunque los apropiadores se esforzaron por darle a Martín una vida que no era su vida, ese sentir de identidad provoca no poder estar en los lugares y con las personas que sentimos ajenas y enemigas.

Martín Amarilla Molfino comenzó por su cuenta la búsqueda de su identidad a partir de algunos datos que le llamaron la atención: papá, hasta ese momento, hoy el apropiador, había sido miembro del servicio de inteligencia del Ejército y además, en el acta de nacimiento figuraba Campo de Mayo como el lugar de nacimiento. Así es que se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, en busca de lo que le habían negado por 29 años las personas que decían que eran las que más lo amaban.

Fueron 2 años de investigación para que Martín sepa que mamá era Marcela Amarilla y papá Guillermo Molfino, que tiene cinco hermanos y que fue criado por perversos delincuentes. El instinto lo había llevado a desconfiar, la realidad le daba ahora su identidad, no sin angustia y dolor estoy seguro.

Martín es el nieto recuperado número 98. Son 98 historias que dicen que nada está cerrado, que convivimos todos los días con tipos que mataron personas, se quedaron con sus hijos y los criaron como propios, negándoles el derecho de saber quienes son.

Pero es difícil permanecer en un lugar que no se siente de uno, difícil sostener la mentira para siempre. En algún momento vaya uno a saber cómo y por qué, surge la necesidad de buscarnos, sabernos y ser los principales hacedores de nuestra vida.

Nos reconocemos en un recuerdo de infancia, en aromas de jazmín y tuco de domingo. Nos reconocemos en picadito con amigos, en el beso de buenas noches. O en la ausencia de todo esto. Pero en algún lugar hay un latido que nos dice quienes somos. Un latido que se hace canción.

Domingo 15 de Noviembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

PROGRAMA 376

Un encuentro alrededor de la música y las palabras…

“El pibe, que importa el nombre si en verdad tiene un montón de nombres. Me dijo que era del sur, pero podría ser de cualquier otro lado. El pibe arrastra la soledad, canta con esa pena que da al canto la tristeza de no encontrar salida. ¿Qué hace uno cuando la traición es moneda corriente y viene de todos lados? Me digo que no es posible que vivamos entre traidores, que podemos con ellos, no tengo dudas. El pibe, como tantos y tantas de diferentes edades, ya no se banca andar sin fe…” (Ver apertura)

Los sonidos que pasaron por el revuelto:

"Jactancia de quietud" de Fernando Tarres






"Ansiedad" del disco “El gran pez” de Alejandro Balbis




"La China" de Lito Epumer








"Aire seré" de Puente Celeste






"Punta rubia" de Fogiel Quinteto







"Del tiempo" del disco "Haiku" de Maia Illa








"Zamba de usted" del disco "Nuestros Clásicos hoy" de Susana Moncayo y Oscar Alem




Si te gustaron estos sonidos podes encontrar las presentaciones de los músicos en nuestra Agenda.
Además queremos invitarlos al festejo de los 8 años de Revuelto. Organizamos una presentación en vivo con los artistas Cecilia Zabala y Franco Luciani, el domingo 29 de noviembre, 21.30hs en Café Vinilo (Gorriti 3780). La entrada sale $15 y pueden reservarla al 4866-6510 o info@cafevinilo.com.ar




Nos visitó Pablo Tozzi, y se vino con el Contrabajo, para compartir con nosotros un poco de música y presentar su último disco Cueca negra. Repasamos su camino musical, hubo charla, hubo mate.
Hablamos del momento de la composición de los temas y nos contó qué es lo que la hace a una canción ser resistente, Tozzi consideró que en primer lugar debe emocionar, no ser panfletaria, tener una buena construcción que se sustente por si sola más allá del acompañamiento.
Escuchamos “Cuenca negra” que comienza con un recitado del Chango Farías Gómez, Tozzi tocó la zamba “criollita santiagueña” de Atahualpa y como despedida la canción “Me gustan los estudiantes” de Violeta Parra.

Con el viajero clandestino, Nicolás Falcoff, recorrimos sonidos lejanos que vienen del Mar Egeo.

Cierra el revuelto el “Cuento de horror” de Orlando Van Bredam, acompañado por Niebla del Riachuelo en una versión de Pablo Agri.

Completo el plato radial de este domingo 8 de Noviembre, los invitamos a comunicarse con nosotros a través de éste blog con sus comentarios, o mandando mail a contacto@revueltoderadio.com.ar, pueden también bajarse el programa en http://www.revueltoderadio.com.ar/ y además ver otros contenidos como videos y el disco “Abremente” homenaje a Spinetta grabado por distintos artistas.

Los esperamos el próximo domingo,
Revuelto Gramajo.

Qué hacer cuando la traición es moneda corriente

Decía Maquiavelo que la traición es el único acto de los hombres que no se justifica. Explicaba que los celos, la avidez, la crueldad, la envidia, el despotismo son, en ocasiones, explicables y hasta pueden ser perdonados de acuerdo a las circunstancias. Los traidores, en cambio, sostenía el autor de El Príncipe, son los únicos seres que merecen siempre las torturas del infierno, sin nada que pueda excusarlos.

Un impulso tan censurado y que, intuyo, merece el repudio de cualquier mortal, convive con nosotros desde el inicio mismo de nuestra existencia. En el cristianismo, Cain es el primer traidor que asesina nada menos que a su hermano Abel. Pero la traición más relevante es la de Judas a Jesús cuando lo entrega a los romanos para su crucifixión. Cuántas veces se cruzan en tu vida estos Judas modernos que incluso creen que ciertas formas de traición hay han sido socialmente aceptadas. ¿Será que lo fueron y yo quedé entre los arcaicos que no entienden los nuevos tiempos?

La traición cuando lleva consigo un sentimiento tan fuerte como el amor y se mezclan pasiones, no es menor traición. Fue el caso de la Malinche, la bella amante azteca de Hernán Cortés que por amor, pero también por ambición desmesurada traicionó a su pueblo, conspiró contra él y contribuyó a su derrota. Martín, el hijo que tuvo con el conquistador, fue uno de los primeros mestizos nacidos en estas tierras. Su nombre es -para millones de americanos- la sombra de la desgracia.

Traición religiosa, pasional, qué contarte de las traiciones políticas y la imperdonable traición al pueblo. Las traiciones recorren los tiempos y lugares en feroz galope. Pero sin olvidar las páginas de la historia, muchas teñidas en sangre, están las que no son parte de ningún libro.

El pibe, que importa el nombre si en verdad tiene un montón de nombres. Me dijo que era del sur, pero podría ser de cualquier otro lado. El pibe arrastra la soledad, canta con esa pena que da al canto la tristeza de no encontrar salida. ¿Qué hace uno cuando la traición es moneda corriente y viene de todos lados? Me digo que no es posible que vivamos entre traidores, que podemos con ellos, no tengo dudas. El pibe, como tantos y tantas de diferentes edades, ya no se banca andar sin fe…


“Pibe del sur”
Arrastraba la soledad como
una hiedra sin pared.
De a ratos cantaba, con esa pena de no ser.
Se llamaba Juan, o tal vez
Pedro o Francisco, da igual.
Dormía porque dormir es morir un poco más.
Era un pibe bueno del sur.
No se bancaba andar sin fe.
Por eso se apresuró a saltar ya de una vez.
Cruzó de a pie hasta el final.
Y se ríe: "si me llaman, no estoy más".
Parece fácil vivir; te complican hasta la razón.
Y por no transigir, se tomó todo el alcohol.
Entrando a la estación, los camiones vienen y van.
Va por vos esta canción, que de arriba escucharás.

(Tema compuesto por Adrián Abonizio y Raúl Carnota)


Domingo 8 de Noviembre de 2009

"Cuento de horror", Orlando Van Bredam

Esta misma mañana, hace unos momentos, usted encontró un cadáver en el baúl de su automóvil. Al espanto, le siguió el gesto instintivo de soltar con violencia la tapa y retroceder unos metros. Con el pulso acelerado, se acercó hasta el coche y contó hasta diez, incrédulo, antes de abrir el baúl nuevamente.

No había dudas, era un cadáver. Bastante desfigurado el rostro, con sangre todavía fresca que se deslizaba por la alfombra hacia el guardabarro izquierdo. Un muerto desconocido. Jamás había visto esa cara, ese torso pálido, esas piernas largas y velludas flexionadas con torpeza, seguramente por el homicida que colocó el cuerpo en el baúl. Un hombre semidesnudo (apenas unos calzoncillos y unas medias) de unos cuarenta años, con una herida sangrante, tal vez de un balazo, en la sien derecha, y varios hematomas y en su automóvil. En el automóvil que usted todos los días utiliza para ir a la oficina. En el automóvil que ha permanecido (como usted cree) toda la noche en el garage.

Ahora recuerda que abrió el baúl para cerciorarse de que en el lavadero no habían olvidado cargar el gato como alguna vez sucedió. Entonces piensa en el lavadero. Le entregaron el auto ayer, a última hora. ¿Y si el homicida es alguien del lavadero? ¿Y si el cadáver estuvo toda la tarde y la noche en el baúl? Sin embargo, parece sangre fresca. ¿Y cómo sabe usted si es sangre fresca?

Primero piensa que lo mejor es avisar a la policía. Después advierte que no será fácil explicar el hallazgo. Necesita un abogado. Se acuerda, entonces, de un amigo. Después de cerrar por segunda vez el baúl, abre la puerta que comunica al garage con el living. Y en el living ve, con horror, una camisa y unos pantalones que no son suyos, que levanta del piso para comprobar, también con horror, que están manchados con sangre.

A esta altura usted ve alejarse la posibilidad de llamar a la policía. Sobre todo cuando sigue las gotas de sangre hasta el dormitorio donde su mujer todavía descansa.
-¿Por qué volviste?-pregunta ella.
-Encontré un cadáver en el baúl del coche- contesta usted con fingida naturalidad.
-Ah, ¿era eso?-contesta ella- pensé que te habías olvidado del resumen de la tarjeta de crédito. Ah...y no te olvidés que hoy vence la luz y el teléfono.
Encontré un cadáver...-insinúa usted no muy convencido.
Te escuché- dice ella, inmutable- la semana pasada fue un ahorcado en el jardín, hace tres días un ovni debajo del limonero.

¿Pensás que estoy loco?- usted pierde pie, se desbarranca.
Te creo-lo consuela ella- pero sucede que hay tantas cosas urgentes que solucionar en esta casa.
Domingo 8 de noviembre de 2009

domingo, 1 de noviembre de 2009

PROGRAMA 375

Climas, sonidos e historias para compartir…

En nuestro país no solo hay tipos y tipas, pibes y pibas que no comen bien o directamente muchas veces no comen; sino que muchos se mueren. Muertes tan fáciles de evitar como difícil erradicar el egoísmo y la avaricia que fundan la desigualdad y provocan esas muertes(ver apertura)


Sonidos que pasaron por este revuelto:

La canción que acompaña la apertura “A nuestros hijos” del disco “Quién te viera” de Diane Denoir



“Luchín” del disco "Arruyos” de Francesca Ancarola y Carlos Aguirre



“Cruces negras” del disco “Visiones” de Escalandrum



“7 de abril” del disco “Acuarelas de bolsillo” de Franco Luciani grupo




“Hay un camino” del disco “Espejo” de Raúl Carnota



“La huanchaqueña” del Trío MJC



“Del viento” de Tarco Trío




“Una voz que grita” del disco “Cueca negra” de Pablo Tozzi Trío


Nuevo blog! www.sonidorevuelto.blogspot.com en el que encontrarán discos que recomendamos y que son algunos de los que suenan en el programa. Los invitamos a visitarlo, contarnos sus opiniones y recomendarnos otros discos.



Nos visitó Roxana Amed, vino con guitarra y pudimos disfrutar de su voz. Nos contó sobre sus inicios en el piano y la guitarra, y cómo se vive con oído absoluto. Compartimos la canción “Limbo”, que fue la generadora de todo el proyecto propio, Amed relató el camino que se abrió a partir de ello, hasta lograr el disco homónimo. Dio una pequeña clase de canto mientras nos explicaba cómo hace para entrar y conectarse con el público en cada presentación.


Otras voces… Andalgalá, palabra que en quichua significa Señor de la Alta Montaña. Se encuentra al oeste de la provincia de Catamarca. Ahí vive Urbano Cardozo, de 70 años, que como la mayoría de los pobladores de la zona, hace más de 10 años festejaba la llegada de empresas extranjeras relacionada con la minería, entusiasmado con las promesas de crecimiento, de trabajo, de futuro para muchas de las familias que ahí habitan. Sin embargo nada de esto se cumplió y en la actualidad Cardozo junto con sus compañeros de “Vecinos por la vida” se encuentran luchando contra la contaminación que la mina a cielo abierto de La Alumbrera genera.

Cierra el revuelto, el cuento “Tres pasiones” de la autobiografía de Bertrand Rusell, acompañado por la Canción del Jangadero de Susana Moncayo y Oscar Alem.

Completo el plato radial de este domingo 1ero de Noviembre, los invitamos a comunicarse con nosotros a través de éste blog con sus comentarios, o mandando mail a contacto@revueltoderadio.com.ar, pueden también bajarse el programa en http://www.revueltoderadio.com.ar/ y además ver otros contenidos como videos y el disco “Abremente” homenaje a Spinetta grabado por distintos artistas. Están todos invitados al festejo de los 8 años de Revuelto, para más información visitar la Agenda.

Los esperamos el próximo domingo,
Revuelto Gramajo.
¿Cómo hablar del hambre sin saber realmente de qué se trata?. Lo más cercano es cuando en alguna oportunidad pasa una comida de largo y el deseo de comer invade cualquier cosa que esté haciendo, no podés concentrarte en nada más que las ganas de comer. ¿Cómo ha de ser sentir hambre en serio y no tener qué comer?. En nuestro país no solo hay tipos y tipas, pibes y pibas que no comen bien o directamente muchas veces no comen; sino que muchos se mueren. Muertes tan fáciles de evitar como difícil erradicar el egoísmo y la avaricia que fundan la desigualdad y provocan esas muertes.

El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo marchó. Marcha de sabandijas, por las calles de Santa Fe. Convencidos de las palabras del coordinador Alberto Morlachetti: “Con ternura venceremos”.

Y ahí está Yamila, luminosa y firme, como representante del Movimiento de los chicos del pueblo y de Pelota de Trapo. Paradita frente a todos los que están con ella, para hablarle a quienes hace tiempo no escuchan ni están cerca: "Decimos que el hambre es un crimen y no queremos ni un pibe menos. Ni un pibe menos. Ni un pibe que esté en las calles. Ni un pibe que no coma, que no vaya a la escuela, que sea asesinado impunemente, que sea violado. Porque nosotros queremos un futuro. Somos el futuro". Esto decía Yamila y una lluvia de afecto convertida en aplausos la envolvió en la plaza de Mayo santafesina.

Increíblemente nuestro país que produce alimentos para 300 millones de personas, tiene 25 chicos que por día no amanecen. Se mueren de hambre.

Se acaban de otorgar 180 pesos que de entrada irán a la casa de cinco millones de pibes que lo necesitan. Bienvenido. Ante la situación angustiante de tantos no hay que adoptar una oposición necia, pero tampoco un oficialismo ciego.

Vos sabés para lo que alcanzan 180 pesos. Por supuesto que es algo al lado de nada, pero estamos hablando de luchar contra la desigualdad y asegurar los derechos necesarios de todas las personas. Uno habla desde la idea de que es posible, hay quien se gasta en un almuerzo lo que estos pibes recibirán para comer un mes. Yo mismo lo gasté no hace mucho en una mesa de tres.

Ante la nada, es bueno algo. Ojalá sea un primer paso. Sueño con el día en que seamos mayoría los que estemos convencidos que nadie debe pasar hambre, padecer la desatención médica, no tener educación y estar sin techo, en un mundo que tiene la posibilidad de ser más igual y elige desde el poder la más patética desigualdad. Desigualdad de hambre, de explotación y muerte.

Con las responsabilidades de cada uno, haciendo algo para cambiar esta realidad, habrá que mirar a los ojos a los chicos que pasan hambre, y pedirles perdón.

Domingo 1ero de Noviembre de 2009

"Tres pasiones" de la autobiografía de Bertrand Rusell

Tres pasiones, sencillas pero tremendamente fuertes, han regido mi vida: el deseo de amar y ser amado, la búsqueda del saber y una compasión, superior a mis fuerzas, por el sufrimiento de la humanidad.

Estas pasiones, como vientos potentes, me han zarandeado de aquí para allá, en navegación tortuosa, por el océano profundo de la angustia, hasta el borde mismo de la desesperación.

Busqué primero el amor, porque trae consigo el éxtasis –éxtasis tan grande que muchas veces hubiera sacrificado yo el resto de mi vida por unas pocas horas de gozo. Lo busqué, tambièn, porque el amor alivia la soledad –esa terrible soledad en la que el tembloroso ser que tiene conciencia de sí mismo se asoma al borde del universo y ve un frío abismo sin fondo y sin vida. Y lo busqué, finalmente, porque en la unión del amor he visto, como en mística miniatura, la visión anunciadora de ese cielo que los santos y los poetas han imaginado. Eso es lo que busqué y, aunque parezca demasiado gozo para el hombre, eso es lo que –al fin- he encontrado.

Con el mismo apasionamiento busqué el saber. He deseado entender el corazón del hombre. He querido saber por qué brillan las estrellas. Y he intentado apoderarme del poder pitagórico gracias al cual el número triunfa sobre el flujo. Algo de esto, aunque no mucho, he conseguido.

El amor y el saber, en cuanto me fueron posibles, me levantaron hacia lo más alto, hacia los cielos. Pero la compasión me devolvió siempre a la tierra. Ecos de gritos de dolor reverberan en mi corazón. Niños hambrientos, víctimas torturadas por opresores, ancianos inválidos que son sólo una carga odiada para sus hijos, y todo ese mundo de soledad, pobreza y sufrimiento convierte en burla lo que la vida humana debería ser. Aspiro con toda mi alma a aliviar el mal, pero no puedo y sufro.

Esta ha sido mi vida. La juzgo digna de vivirse y, si se me diera la oportunidad, volvería a vivirla con gusto.

Domingo 1ero de Noviembre de 2009