domingo, 22 de noviembre de 2009

Miles de Carlitos

Uno cree tener idea de cómo son las cosas…cree conocer la realidad circundante, la situación social en la que vive… y así transita mas o menos seguro por donde le ha tocado. Uno sabe que nuestro país vivió negrísimos tiempos represivos… pero ahora por suerte…Juan Carlos Quiroz no tuvo suerte. Tenía 15 años. Este viernes se cumplió un mes de su fusilamiento.

Carlitos vivía en Pergamino. Estaba jugando un picadito con sus amigos cuando un hombre se acercó y ofreció 100 pesos para quien entregue un sobre. Juan aceptó y se dirigió al lugar que el hombre le había indicado, cerquita, en las inmediaciones del campo de deportes del Banco Provincia.

Ni bien dejo el sobre, justo en el lugar donde el tipo de los 100 pesos le pidió, dos policías de civil le atravesaron el auto particular en el que se movían. Carlitos, asustado, empezó a correr tratando de escapar de estos dos tipos que no titubearon en dispararle por la espalda. Una bala le atravesó el cuello y cayó muerto. Quedó tirado en el descampado mientras los policías Alberto Conde y Daniel Alberto Fernández volvían a la comisaría con esa tranquilidad propia de ciertos policías cuando matan pobres.

Un vecino encontró el cuerpo y llamó al 911. Algunas horas después la bonaerense fue a buscar a la madre de Carlitos con la excusa cínica de que el chico estaba detenido. Al llegar a la comisaría, la mujer que seguramente iba a reprender a Carlitos por caer detenido, tuvo que reconocer el cuerpo de su hijo.

No se trata de un caso aislado, el viernes pasado, la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional – la CORREPI, presentó la actualización 2009 del Archivo de Casos, que recopila todos los procesos conocidos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal.

Y en esta denominación está la clave: aparato represivo estatal.
El fiscal que actúa en el caso del fusilamiento de Carlitos habla de los “errores” cometidos por los policías.
Me permito leer textualmente un fragmento del libro Represión en Democracia, de la Dra. María del Carmen Verdú, titular de CORREPI:
“No es un policía, es toda la institución. No son errores, no son abusos, no son excesos. Es la política represiva del Estado Argentino, que no cesó después de la dictadura, sino que cambió de forma, de sujetos y de discurso legitimador para adaptarse a la nuevas etapas.”
Desde el 10 de diciembre de 1983 al día de hoy, uniformados de distintas fuerzas, públicas y privadas, mataron 2.826 chicos. Son más de 20 pibes por mes. Más del 90% son jóvenes pobres. Como Carlitos…son miles de Carlitos.

El terror no terminó, se adaptó. Y se vale de todos sus recursos para perpetuarse. El Gobernador Scioli emprende un nuevo intento de darle mayor poder a los edictos policiales y su capacidad de detención, asesorado por Ruckauf. Paralelamente, amparado por los grandes medios que solo fogonean indignación cuando les conviene, Mauricio Macri planea rodearnos de una policía metropolitana que, lejos de superar a la existente, se nutre de sus personajes más peligrosos.
Nosotros, como sociedad, votamos a estos tipos. ¿Qué responsabilidad nos cabe como sociedad?
Domingo 22 de Noviembre de 2009

No hay comentarios: