domingo, 5 de septiembre de 2010

Democratizar la comunicación. Un camino necesario.

No es menor comenzar un revuelto, después de nueve años de programa, -veinte intentando sin éxito aprender a hacer radio-, compartiendo la noticia de que esta semana se reglamentó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y está vigente en todo el país.

Se trata de un paso más, y no el último, hacia la democratización de los medios… tan esperada, tan necesaria… Porque en la medida en que los ciudadanos tengamos acceso a comunicar, la mentira no va a ser tan fácil.

Te doy un ejemplo que nos toca muy, pero muy de cerca…
Decía el diario Clarín, el 22 de diciembre de 2009, sobre un conflicto de tierras en Santiago del Estero:
“…dueños de campos denuncian que no los dejan tomar posesión.
La denuncia fue presentada por los empresarios Luis Resio y Alberto José Croche, quienes en abril de 2008 compraron dicho campo para desarrollar un proyecto ganadero para 6.000 bovinos. Pasaron 18 meses y no pudieron tomar posesión del predio, a pesar de contar con dos fallos judiciales a su favor. Resio culpa al oficialismo santiagueño. Lo acusa de "incentivar" a pobladores campesinos a "desobedecer" la decisión de la justicia.
"Queríamos invertir. Pero recibimos amenazas, tiros, corte de rutas y alambrados, privación ilegítima de la libertad. Todo ello con la complacencia del Gobierno y la Justicia, que hasta ahora no tuvieron el coraje de hacer cumplir la ley", señaló Resio. Parecen viejos cuentos del Far West. Suceden ahora, en el norte argentino.”
Hasta acá la nota de Clarín.

Hace algunos días atrás, y algo te adelanté en el programa pasado, el padre Mariano y el cumpa Roger Alcaraz, de FM Comunitaria San Pedro, nos contaban la otra historia de Pozo del Castaño.

Una situación que data de comienzos de 2008 cuando estos supuestos empresarios compraron el titulo de dominio en el Lote 2 contiguo a la comunidad de Pozo de Castaño. Allí los campesinos, poseedores con ánimo de dueño, tenían ya mejoras para sus actividades de producción de subsistencia. El lote en disputa tiene más de 11.000 hectáreas, pero las familias revindican 5.500.

A finales del año pasado el juez Argibay Berdaguer dictaminó una medida cautelar de retener la posesión, medida que impide el ingreso a foráneos, en tanto a los campesinos los habilita para que sigan desarrollando normalmente sus actividades cotidianas.

Sin embargo estos tipos entraron ya cuatro veces al predio, incluso incendiaron una cosecha de calabazas. Y hace unos quince días atrás entraron, instalaron una casilla con 20 matones armados, y persiguieron con dos 4x4 a la gente del Instituto de Cultura Popular, que se dirigía a una reunión con los campesinos.

Así llegaron al pueblo, amenazaron de muerte a los pobladores, que estaban reunidos en la capilla, le tiraron a los pies a un paisano, dispararon frente a la escuela, con los pibes adentro…Escuchás lo que te estoy contando?... tiros a los pies de un hombre y disparos con los pibes en la escuela…

Encima cuentan con la complicidad de una parte de la policía, no toda, pero parte de la policía los “protege”.

Ves la importancia de abrir el juego comunicacional. Si vos lees Clarín, Resio y Croche son dos pobres empresarios víctimas de la corrupción del gobierno santiagueño, pero si escuchas FM Comunitaria San Pedro, la cosa cambia, resulta que las “victimas” tienen bandas armadas atropellando familias que trabajan en el campo.

No digo que no hay corrupción en Santiago del Estero.
No quiero que deje de existir Clarín.

Quiero que nosotros, los que trabajamos para una comunicación alternativa al discurso dominante, tengamos las mismas posibilidades de llegar a vos, con la otra cara de la historia.
Con la nueva ley reglamentada parece que estamos un poco más cerca. Falta, pero estamos más cerca.
Vamos a poder elegir con mayor facilidad desde donde mirar la película…
Nosotros la vemos, allí en Santiago, desde la ventana de la escuela.

“El mundo”, Eduardo Galeano

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.