domingo, 25 de octubre de 2009

Un Tupamaro al poder

Debe golpear muy fuerte en la historia que es uno y su paso por esta tierra, la pérdida de la libertad, el encierro violento sin explicaciones ni sentencias. No saber cabalmente si libertad volverá a ser una vivencia, si habrá alguna posibilidad de ser algo de lo que se fue.

El hombre pasó más de diez años encerrado. Dos de esos años en un pozo subterráneo, sin movilidad, aislados del mundo, sobre todo, de los afectos que suelen ser la fuerza para sobrevivir estas angustias. Cuenta el hombre que el síntoma más evidente de vida eran siete ranitas que alimentaba con migas de pan. Afirma que en ese pozo, poniendo las hormigas en su oído, descubrió que gritan. Seguramente el mismo grito contra la explotación obrera que él lleva adelante y lo tuvo más de doce años preso.

El sol fue saliendo de a poquito y la primera vez lo sintió hasta las lágrimas. El reencuentro con los compañeros que quedaron. Tantos esperándolo en las puertas de la cárcel aquél otoño del 84 en que recuperaba su libertad, si bien sostenía que nunca la había perdido, porque la libertad está en las ganas de seguir luchando. Y cuando las ideas no se resignan, la derrota está lejos.

El hombre se sabe viejo, medio terco y porfiado, pero sobre todo se sabe coherente o, por lo menos, trata hasta donde puede de ser coherente con lo que piensa, todos los días del año y todos los años de su vida. Vida austera y comprometida. Austeridad elegida para no ser rehén de los bienes y disponer del tiempo y la energía para ese sueño de cambiar su pequeño lugar en el mundo, esa tierra de tambores y mate que mira al Río de la Plata.

José Alberto Mujica Cordano, o “El Pepe” como todos le dicen, fue uno de los referentes del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros que en Uruguay encabezó la lucha armada contra la dictadura. Con los mismos ideales y encarnando un político distinto al común, forma parte del Frente Amplio como legislador y hasta fue Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Hoy tiene grandes posibilidades de ser el nuevo Presidente del Uruguay. Latinoamérica da otro paso en la lucha de no dependencia del extranjero y de los que la mal habitan sometiéndola.

Que las ideas de igualdad y no sometimiento empiecen a ocupar esos lugares de poder invita a soñar un cambio que no será fácil. Se pueden criticar muchos aspectos de la política del Frente Amplio y criticar que el Pepe Mujica admita esas políticas, pero el otro candidato con posibilidades, Luis Alberto Lacalle, es la vuelta al neoliberalismo más salvaje. Ese es el tipo que gobernó Uruguay cuando en Argentina estaba Menem y que aplicó las mismas políticas, solo que un plebiscito no le permitió privatizar las empresas del Estado. Tenía un trabajo que terminar.

Hay algún motivo para soñar, y hoy los hermanos de Uruguay nos permiten afianzar un poco más ese sueño. Sueño de tierra nueva donde desterremos a quienes prometen tanto al pueblo mientras entregan la tierra y priorizan a los poderosos. Sueño de tierra nueva, sueño pequeño que sale de noche y canta, a los hombres que trabajan, al pueblo que se levanta…

Domingo 25 de Octubre de 2009
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta bastante bien el unico detalle fue que Mujica inicio sus actividades terroristas contra la democracia electa por el pueblo uruguayo....la dictadura vino despues