domingo, 4 de octubre de 2009

La voz que nunca morirá

“Un amanecer oscuro en Latinoamérica… falleció la más grande, se nos fue la negra”. Esto dice el mensaje de texto que recibí a las 6:15 de la madrugada. Lo enviaba Silvia Majul, amante y defensora de nuestra cultura, cercana a los músicos de nuestro folclore. El mensaje contaba que finalmente había pasado lo que los más allegados a la Negra sabían que iba a pasar de un momento a otro. La tristeza en las caras de Coqui Sosa, Liliana Herrero o Teresa Parodi lo anunciaba. Y fue así que la gran Mercedes Sosa, la inigualable cantora de nuestra patria, cerraba sus ojos, pero no callaba su voz, porque esa voz ya es parte de la nuestra, es parte de nuestra forma de sentir la música.

Pocas almas tienen el don de ser tan queridas por tanta gente, de llegar con su arte a expresar el sentimiento de todo un pueblo. En la Negra Sosa, habita Latinoamérica y muy particularmente habitamos los argentinos. Ella es una de las más importantes voces que habla por nosotros en el mundo, habla cantando. Y en su canto estamos, nos reconocemos.

La tuve cerca una vez, en Octubre de 2006, en la presentación de prensa de no me acuerdo qué festival. Y tuve la oportunidad de darle en mano el disco Rabia al Silencio, el homenaje a Atahualpa que había producido este programa junto a varios músicos. La negra, que caminaba hacia el auto para retirarse, paró, agarró el disco y lo agradeció. Miró la lista de músicos y dijo, qué bueno, lo voy a escuchar. Una gran persona, además de una increíble artista.

Tanto se dirá por estos días de Mercedes Sosa. La veremos cantando junto a tantos músicos importantes, poniendo con su voz belleza a las composiciones que elegía interpretar. Veremos tantos artistas reconocidos, grandes artistas, que la extrañan: Liliana Herrero, Teresa Parodi, Charly García, Spinetta, Fito, Serrat, Rafael Amor, Caetano, León Gieco, Victor Heredia, Pedro Aznar… Puedo pasar la noche nombrando los músicos que sintieron la felicidad el día que la Negra interpretó un tema de ellos o la oportunidad en que compartieron un escenario o estudio de grabación.

Pero además, Mercedes siempre tuvo pasión por los artistas que aún no eran conocidos y la emocionaban. La generosidad de interpretar sus canciones en el caso de los compositores, de compartir escenario o grabar en un disco como invitada en el caso de cantantes, era un gesto que la engrandecía aún más. Alberto Rojo, Claudio Sosa, Juan Quintero y Luna Monti, Duende Garnica, el Dúo Nuevo Cuyo, por nombrarte algunos de los artistas nomás que supieron de este don de gente.

Se fue la Negra, nos dejó las más bellas melodías, la oportunidad de emocionarnos cada vez que la escuchemos, el ejemplo de siempre querer superarse, de disfrutar los momentos, de compartir con amigos. El compromiso de cantar esas canciones que deben ser cantadas.

Domingo 4 de Octubre de 2009
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